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El aprendizaje-servicio (ApS) es un enfoque pedagógico que está creciendo de manera significativa en los centros de enseñanza.
Se trata de una propuesta educativa que crea puentes entre la escuela y el entorno local y que contribuye de forma notable a la adquisición de la competencia ciudadana y de la personal, social y de aprender a aprender.
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Actualmente son muchos los problemas que preocupan al profesorado y a toda la comunidad educativa. El fracaso escolar y el abandono educativo temprano son quizás los más preocupantes. También existe preocupación por el clima que se vive en las aulas, especialmente en los últimos cursos de Primaria, en los primeros de Secundaria o en la Formación Profesional Básica.
Constatamos que en nuestra sociedad ha tenido lugar un rápido progreso en el ámbito científico y tecnológico, que ha supuesto una mejora de las condiciones de vida, especialmente de las personas que viven en el primer mundo. Sin embargo, no puede decirse lo mismo respecto del desarrollo de las relaciones interpersonales y de la vida en sociedad. Es necesario que la escuela se haga eco de las necesidades sociales y que el alumnado sea partícipe de proyectos que ayuden a mejorar la vida de las personas de su entorno.
Hay muchas quejas respecto de la cerrazón sobre sí mismos de los centros educativos, con el olvido del mundo que hay fuera, olvidando los problemas que afectan y preocupan a la sociedad. La idea que preside esta metodología es poner en primer lugar la necesidad de apertura de los centros escolares a las demandas y aspiraciones de la sociedad en la que viven.
Holanda, tras unos años de experimentación a través de proyectos piloto del aprendizaje servicio, en el año 2007 promulgó una ley que introducía de manera obligatoria el aprendizaje- servicio en el currículum de Secundaria. Los alumnos de esta etapa deben cursar entre 48 h y 72 horas de servicios a la comunidad a través de diversos proyectos vinculados a las distintas materias. El impacto de esta estrategia de incorporar el aprendizaje- servicio se ha extendido porque funciona. Se constata su eficacia porque el que lo prueba no lo abandona, ya que los resultados son muy notables, tanto en un nivel estrictamente académico como en el ámbito de la convivencia en el aula y de cohesión del grupo.
En definitiva, el aprendizaje-servicio es una metodología activa que crea puentes entre la escuela y el entorno local , aunando el currículum oficialmente establecido con el sentido que proporciona el alumnado sentir que son de utilidad para su comunidad.
Después de ver, en líneas generales, las principales ventajas de esta metodología activa nos podemos plantear:
A la hora de poner en marcha un proyecto de estas características , diferenciaremos tres fases:
En esta primera fase contemplaremos tres aspectos principales:
En este apartado contemplaremos:
En primer lugar decir que es importante, como en cualquier proyecto de aprendizaje basado en proyectos, que la temática conecte con las necesidades e intereses del alumnado. Que sea un tema que les motive y cuya resolución les aporte significado.
El punto de partida para un proyecto de aprendizaje servicio es el descubrimiento de una necesidad social.
Lo adecuado sería partir de un área curricular determinada, pero adquirirá su máximo sentido con la incorporación del máximo de áreas.
Uno de los ejemplos que plantea Uruñuela , P.M (2018) es el que denomina “Donación de sangre”
El objetivo sería incrementar el número de donaciones de sangre entre familiares y vecinos del barrio ( los alumnos y alumnas no pueden hacerlo hasta haber cumplido los 18 años)
Este ejemplo sería perfectamente adaptable al alumnado de los últimos cursos de Primaria , tanto como para Secundaria e incluso Bachillerato incrementando , adecuándose a los saberes básicos de cada una de las etapas, teniendo como referencia los diferentes currículums.
Otras temáticas interesantes para abordar un proyecto de ApS pueden ser: una necesidad medioambiental, una necesidad social, de protección del patrimonio cultural, de un intercambio generacional, de una cooperación internacional,….Cualquiera de estos ámbitos y muchos más podrían ser objeto de un proyecto de aprendizaje servicio.
La tarea del docente es incorporar todos los elementos curriculares prescriptivos en un proyecto de estas características. Este es el reto, pero creemos que merece la pena. Merece la pena dar sentido a las vidas de nuestros alumnos, haciéndoles partícipes de que son responsables de crear un mundo mejor.