Hoy continuamos con la saga de competencias clave la cual ya esta llegando a su recta final. En este post abordaremos la competencia emprendedora y como con las otras veremos como poder aplicarla de una manera mas practica con ejemplos. ¡Vamos a ello!
Las actividades competenciales son perfectas para desarrollar el saber hacer del alumnado, este tipo de actividades suelen desarrollarse a partir de una problemática actual, interesante para el alumnado y relacionada con su entorno, inquietudes y/o estilo de vida. Muchas veces implican una investigación previa realizada por el propio alumno.
También promueven el análisis, la interpretación y la aplicación de la lógica para lograr un resultado satisfactorio.
El valor de las actividades de carácter competencial es que no se centran en contenidos teóricos, sino en el desarrollo de habilidades. Dicho de otro modo y, como hemos reiterado en artículos diferentes de esta serie sobre las competencias clave, para resolverlas al alumno o alumna no le basta con saber, sino que también tiene que “saber hacer”.
Contenidos
La competencia emprendedora nos ayudará a transformar las ideas en algo real, reconociendo las oportunidades personales, profesionales y también comerciales, porque no olvidemos que se trata de formar a adultos competentes y capaces de desenvolverse en el mundo actual.
Trataremos con esta competencia de aportar herramientas que ayuden a detectar necesidades y oportunidades; entrenar el pensamiento para analizar y evaluar el entorno, y crear y replantear ideas utilizando la imaginación, la creatividad, el pensamiento estratégico y la reflexión ética, crítica y constructiva dentro de los procesos creativos y de innovación; y despertar la disposición a aprender, a arriesgar y a afrontar la incertidumbre. Asimismo, implica tomar decisiones basadas en la información y el conocimiento y colaborar de manera ágil con otras personas, con motivación, empatía y habilidades de comunicación y de negociación, para llevar las ideas planteadas a la acción mediante la planificación y gestión de proyectos sostenibles de valor social, cultural y económico-financiero.
En el artículo anterior, en el que hablamos de la competencia personal, social y de aprender a aprender, afirmábamos que una metodología idónea para adquirirla era la del ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos). Vamos a continuar poniendo en valor esta metodología para la competencia emprendedora, pero ahora con el desarrollo más detallado de un proyecto concreto.
Vamos a comenzar contextualizando la actividad en un centro de doble línea en un centro ubicado en una población urbana. Los alumnos protagonistas del proyecto son dos grupos de sexto de Primaria, un total de cuarenta y nueve niños y niñas.
Siguiendo las fases de un proyecto que vimos en el artículo anterior al que hemos hecho referencia, comenzaríamos por:
Seleccionar un tema o pregunta guía:
Partimos de que surge la inquietud entre el alumnado de colaborar en un proyecto de ayuda en Senegal, del que uno de los niños ha tenido conocimiento a través de un familiar.
La pregunta guía podría ser la siguiente. ¿qué podemos hacer para colaborar con esta causa?
La respuesta que obtiene mayor número de apoyos, tras una lluvia de ideas (brainstorming) es la de poner en marcha un mercadillo solidario que nos permita recaudar fondos, en este caso para la construcción de una escuela y la dotación a la misma de material didáctico. El mercadillo se llevaría a cabo antes de Navidad, puesto que se trata de una época proclive a regalar a nuestros seres queridos.
Formación de equipos:
Se procederá a elaborar equipos en función de las diferentes tareas que se vean necesarias para llevar a buen fin el proyecto. Algunas de estas tareas serían:
Definición del producto o reto final
¿Qué queremos lograr?
Estas son algunas de las posibles respuestas:
Planificación
Será imprescindible secuenciar una planificación de actuaciones ordenada para conseguir el objetivo final. El profesor actuará en todo momento como guía para lograr que el proceso tenga coherencia.
Investigación
En este punto trataremos, como docentes, de implicar el máximo de áreas curriculares y de saberes básicos de cada una de ellas para que el proyecto contribuya a la consecución de los objetivos.
Algunos ejemplos de lo que afirmamos podrían ser:
Análisis y síntesis
El trabajo de investigación, organizado por áreas, requerirá de una puesta en común acerca de las conclusiones que cada equipo ha extraído y se expondrán en presentaciones grupales.
Las presentaciones se pueden extender al resto del alumnado del centro y a las familias.
Elaboración del producto
En esta fase se concretarían los productos que cada grupo de alumnos va a elaborar y se establecerían los “costes de producción” (materiales que hay que comprar, etc.) para que se descuenten de los beneficios brutos obtenidos.
Pregunta colectiva a la pregunta o reto inicial
Una vez llevado a cabo el mercadillo y habiendo contabilizado la recaudación, nos plantearemos: ¿hemos conseguido los objetivos que nos marcamos?, ¿hemos logrado, además de las metas económicas, sensibilizar a nuestro entorno de la problemática de esta población?
Evaluación y autoevaluación
En esta fase se valorará, a través de rúbricas, lo que hemos conseguido” externamente”: concienciación de la población cercana, objetivos económicos…, y también lo que cada uno de ellos ha aprendido durante el proceso.
Consideramos que resulta evidente de qué forma se pone de manifiesto la contribución a la competencia emprendedora con una actividad de estas características, entre otras:
Por supuesto, como ya hemos visto al principio, con la personal, social y de aprender a aprender, por lo que implica de conocimiento de las propias capacidades, de que les motiva más u qué menos, de qué tareas despiertan su interés en mayor medida, en qué áreas se desenvuelven mejor, …
Con la competencia matemática, en ciencia y tecnología, por la investigación de datos estadísticos, económicos, por la gestión del dinero, …
También con la competencia digital, por el usode herramientas digitales para la obtención de información, para la presentación de resultados y para el diseño de aspectos estéticos relacionados con el montaje del mercadillo.
Con la competencia lingüística por el desarrollo de comunicaciones escritas (cartas, e-mails) y por las exposiciones orales para comunicar propuestas y resultados.
Con la competencia en conciencia y expresiones culturales por todo lo relacionado con la cultura de Senegal y con los aspectos propios del propio mercadillo: cuidado de los elementos estéticos, expresiones artísticas como bailes, exposiciones fotográficas del país. Elaboración artesanal de los productos elegidos para vender, etc.