Os dejamos este artículo sobre la importancia de fomentar la creatividad entre nuestro alumnado. Esperamos que os guste y os aporte ideas interesantes para vuestras programaciones, desarrollo de temas, supuestos prácticos y unidades didácticas.
“Elevar los estándares académicos por sí solo no va a resolver los problemas a los que nos enfrentamos, puede que los agrave. Para avanzar necesitamos una nueva comprensión de la inteligencia, de la capacidad humana y de la creatividad.”
Ken Robinson. , Out of our Minds.
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Para iniciar este artículo , vamos a comenzar por definir lo que entendemos por creatividad:
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. La creatividad es sinónimo de “pensamiento original”, “imaginación constructiva”, “pensamiento divergente”.
O también …
La creatividad es la capacidad que tiene el ser humano para crear algo de otras ideas que son nuevas e interesantes, es decir, la capacidad para analizar y valorar nuevas ideas, resolviendo problemas que se presentan en el transcurso de la vida y los desafíos que se presentan en lo académico y en lo cotidiano.
La creatividad es una de las habilidades más valiosas en un mundo de cambios acelerados. En las sociedades actuales, donde las soluciones convencionales a menudo no son suficientes, fomentar la creatividad se ha convertido en una prioridad en diversas áreas, incluyendo la educación. Pero, ¿por qué es tan importante promover la creatividad en los estudiantes?
La rápida evolución tecnológica, cultural y económica de nuestro siglo, va a suponer a los estudiantes de hoy tener que enfrentar retos que aún no podemos prever. Fomentar la creatividad les brinda las herramientas para adaptarse a estos cambios, resolver problemas complejos y generar soluciones innovadoras. En lugar de memorizar hechos y procedimientos, la educación creativa enseña a pensar críticamente y de manera flexible, habilidades necesarias para sobresalir en un entorno global impredecible.
La creatividad promueve un aprendizaje más profundo e integral. Los alumnos que son alentados a fomentar la creatividad tienden a desarrollar una mayor motivación hacia el aprendizaje, ya que se l permite explorar temas desde diferentes ángulos y encontrar sus propias respuestas. Este tipo de aprendizaje activo fomenta una mayor comprensión de los conceptos, aumenta la retención de información, la interconexión de ideas entre los distintos ámbitos del conocimiento y, por consiguiente, también mejora el rendimiento académico general. Además, fomenta la curiosidad y el deseo de aprender a lo largo de la vida, lo que es esencial para un desarrollo continuo.
Podemos caer en el error de asociar el concepto de creatividad a los ámbitos del arte: la pintura, la escritura, la música, … Sin embargo, esta concepción restringe enormemente la verdadera magnitud de un pensamiento creativo, puesto que este se encuentra intrínsecamente ligado a la capacidad de resolver problemas. En lugar de seguir métodos tradicionales para llegar a una solución, los estudiantes creativos son capaces de pensar "fuera de la caja" y explorar soluciones alternativas.
Pensando en los entornos laborales, en los que posteriormente se tendrán que desenvolver los alumnos, es necesario que los docentes tomemos conciencia de que las empresas valoran cada vez más la innovación y la capacidad de los trabajadores para encontrar soluciones únicas a los desafíos. Enseñar creatividad en la educación permite a los discentes practicar esta habilidad desde una edad temprana, preparándolos para esos futuros entornos, en los que la flexibilidad mental y la capacidad para innovar son y seguirán siendo esenciales.
Al desarrollar el pensamiento creativo, se forman futuros líderes, científicos, artistas e innovadores que tendrán la capacidad de encontrar nuevas formas de enfrentar los problemas sociales y ambientales.
Esto significa que, como docentes, hemos de abrirnos obligatoriamente a un cambio de paradigma en el que es imprescindible potenciar en nuestro alumnado (y previamente en nosotros mismos) una puesta en valor de lo que en Psicología se denomina “pensamiento divergente”, concepto del que hablaremos más adelante.
El fomento de la creatividad no solo impacta en el ámbito académico, sino que también tiene efectos profundos en el bienestar emocional de los estudiantes. Participar en actividades creativas, como la escritura, el arte, la música o el teatro o la generación de ideas para un proyecto colectivo, … permite a los estudiantes expresarse, canalizar emociones y desarrollar una identidad personal más fuerte. Además, estas actividades creativas fomentan la autoestima, ya que los estudiantes aprenden a valorarse a sí mismos no solo por los resultados académicos, sino también por su capacidad para innovar y crear.
El fomento de la creatividad en la educación no es solo una actividad individual. Muchas veces, las actividades creativas involucran el trabajo en equipo, donde los estudiantes deben colaborar, compartir ideas y combinar sus fortalezas para llegar a soluciones colectivas. Esta colaboración no solo mejora las habilidades sociales, sino que también enseña a los estudiantes a valorar la diversidad de perspectivas, algo crucial en un mundo cada vez más globalizado e interconectado.
Actualmente está fuera de toda duda que la velocidad de evolución de mundo que habitamos exige del ser humano una capacidad de enfrentarse a los cambios con una mentalidad abierta y flexible , capaz de “fluir” con los desafíos que se nos presentan . Lo que hace solamente unas décadas eran conocimientos estables, que evolucionaban lentamente, con un “saber” compendiado en enciclopedias ,… ha dado paso a una vorágine de conocimientos , a un acceso ilimitado a contenidos de toda índole a través fundamentalmente del desarrollo de las tecnologías.
Hablábamos en un párrafo anterior del pensamiento divergente, pero ¿Qué significa este concepto?
Un profesor que concede la importancia que merece el desarrollo de la creatividad, va a favorecer la producción de elaboraciones originales, la fluidez, la flexibilidad, el ingenio, …. y actitudes como la curiosidad, la tolerancia a la ambigüedad, la independencia y la sensibilidad. Este perfil de docente que pretende fomentar la creatividad, valora el sentido del humor, es capaz de admitir sus propios errores, tiene tacto en las relaciones interpersonales, es empático, se expresa con asertividad, es capaz de entusiasmar a los padres, a los alumnos y a sus compañeros con sus ideas, a la vez que es el primero en ponerse en marcha para sacar adelante los proyectos que lidera.
Vamos a plantear una serie de estrategias para fomentar la creatividad de nuestro alumnado.
Te proponemos estas 10 estrategias para desarrollar la creatividad de tus alumnos.