Hoy comenzamos una serie de post sobre las funciones ejecutivas. Esperamos, como siempre que escribimos un artículo en nuestro blog, que este contenido sea de utilidad para poder aplicarlo en la ampliación de algún epígrafe de tus temas y para la elaboración de tu unidad didáctica, así como para mostrar tus competencias profesionales en el debate con el tribunal.
“Las funciones ejecutivas son aquellas acciones sobre nosotros mismos o dirigidas a nosotros mismos que nos permiten alcanzar la autorregulación, desarrollar conductas orientadas a metas y maximizar resultados futuros”.
Russel Barkley
Son diversas las clasificaciones que realizan distintos autores, pero nos centraremos en Thomas Brown, uno de los principales investigadores sobre este tema, el cual considera que hay seis funciones ejecutivas:
Todas ellas son necesarias al individuo para poder desenvolverse en su vida diaria.
En el ámbito académico, en los últimos años, parece que la memoria ha tendido a devaluarse en pro de aprendizajes más experienciales y con un sentido más práctico. Si bien es cierto que un aprendizaje exclusivamente memorístico carece de significatividad, no es menos cierto que hemos de tener datos en nuestra memoria para poder relacionar, evaluar, tomar decisiones y ser competentes en aquello que emprendamos y para ello necesitamos poder seleccionar y retener la información. En nuestra opinión en el equilibrio está la clave, en potenciar una memoria que sea funcional.
En siguientes posts desarrollaremos con más detenimiento cada una de las funciones ejecutivas. No olvides seguirnos en redes sociales y en nuestro boletín de noticias para mantenerte informado.