Aplicando las Funciones Ejecutivas II

Publicado el 12 de octubre de 2023

El término “funciones ejecutivas” fue acuñado por Muriel Lezak en el año 1989, aunque fue Alexander R. Luria, autor de la escuela soviética, quien resaltó la importancia de la corteza prefrontal del cerebro a la hora de regular las actuaciones de un individuo.

En el artículo anterior nos centramos en Thomas Brown y su clasificación para desarrollar las funciones ejecutivas. Sin embargo, existen numerosos autores que han investigado este tema, realizando sus propias clasificaciones que tienen elementos coincidentes y otros diferenciados.

En la actualidad existe un total de 33 definiciones diferentes sobre lo que es el funcionamiento ejecutivo.

A continuación adjuntamos una tabla sobre la conceptualización del término según otros autores.

José Antonio Portellano

Mecanismo que permite resolver problemas, gracias a su capacidad de realizar programas de actuación para planificar, iniciar, dirigir y supervisar las conductas encaminadas al logro de objetivos.

Ozonoff y colaboradores

Constructo cognitivo usado para describir conductas dirigidas hacia una meta, orientadas hacia el futuro, que se consideran mediadas por los lóbulos frontales.

Muriel Lezak

Permiten al ser humano formular metas, planificar objetivos y ejecutar conductas de un modo eficaz.

Russell Barkley

Capacidad de actuar sobre uno mismo y mejorar el futuro.

Javier Tirapu

Capacidad de hallar soluciones para un problema novedoso, haciendo predicciones de las consecuencias de cada solución imaginada.

José Antonio Marina

Capacidad de dirigir bien el comportamiento, eligiendo las metas, aprovechando la información y regulando las emociones.

Joaquín Fuster

Aquellas funciones del cerebro que permiten la organización de las acciones en el tiempo para alcanzar metas y resolver problemas

El hecho de tener un buen funcionamiento ejecutivo es consecuencia del aprendizaje, de la práctica y de la experiencia. Las funciones ejecutivas no vienen determinadas genéticamente, lo cual es una buena noticia porque, en caso de que un niño tenga un mal rendimiento en alguna función ejecutiva, esto nos permite poder entrenarla.

Los ámbitos donde más se desarrollan las funciones ejecutivas son: la casa, el colegio y las relaciones sociales (amigos, deportes, …) El entrenamiento y la ejercitación modifican, tanto la anatomía, como el funcionamiento de la corteza prefrontal.

Son muchas las metáforas o los símiles que se han utilizado para describir el papel que cumplen las funciones ejecutivas en las vidas de las personas: el director de orquesta, el timón del barco, el jefe de una empresa, …

Si nos quedamos con la del director de orquesta nos podemos preguntar quién consideramos que es más importante, ¿el director?, los músicos?

Ambos son imprescindibles para poder disfrutar de un buen concierto. Es necesario que cada una de las secciones actúe de manera coordinada (viento, cuerda, metal,..), pero también es fundamental que el que coordina, el director, realice bien su labor.

Siguiendo con la metáfora, las diferentes secciones de la orquesta simbolizan las distintas partes del cerebro y el director de orquesta son las funciones ejecutivas.

En definitiva, continuando con los símiles, las FE actúan como un ejecutivo, un mánager y un distribuidor:

  • Ejecutivo, porque permite establecer objetivos y estrategias para lograrlos.
  • Mánager, porque permiten evaluar las consecuencias a la hora de resolver problemas o conflictos.
  • Distribuidor, porque reparten las tareas entre las redes neuronales implicadas.

Se han llegado a identificar un total de 32 funciones ejecutivas, las que más se suelen utilizar en los programas de intervención son las siguientes:

  • Concentración.
  • Inhibición y control de impulsos.
  • Flexibilidad cognitiva.
  • Autorregulación emocional.
  • Memoria operativa.
  • Planificación.
  • Velocidad de procesamiento.
  • Anticipación.
  • Orientación espacial.
  • Demorar recompensas.
  • Razonamiento.
  • Iniciativa.
  • Monitorización.
  • Toma de decisiones.
  • Establecimiento de objetivos.
  • Metacognición.
  • Conciencia ética

  A pesar de que, como podemos constatar, el catálogo es importante, Joaquín Fuster, profesor de la Universidad de UCLA, considera que las cinco más relevantes son:

  1. Concentración.
  2. Control de impulsos.
  3. Memoria operativa.
  4. Planificación.
  5. Flexibilidad cognitiva.

Desarrollaremos estas y algunas más en artículos posteriores. Seguimos confiando en que esta información te aporte recursos para tu preparación de las oposiciones.

Referencias bibliográficas:

  • Guerrero, R. (2020) Cómo estimular el cerebro del niño. Editorial Sentir. Madrid.
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