Disgrafía y disortografía en el aula

Publicado el 8 de junio de 2023

Hoy, nos centraremos en dos dificultades de aprendizaje que afectan directamente el proceso de escritura: la disgrafía y la disortografía. Estos problemas pueden presentarse en estudiantes de diferentes edades y niveles escolares, y es importante comprender sus características y cómo abordarlas en el aula, para incorporarlas en tus supuestos prácticos.

La disgrafía

La disgrafía es una de las dificultades de aprendizaje relacionadas con la escritura.

Se trata de un retraso en el desarrollo y aprendizaje de la escritura, concretamente en la recuperación de la forma de las letras y las palabras.

Se manifiesta especialmente cuando el alumno/a realiza escritura libre, dictados o copias.

Es un trastorno funcional que afecta a la grafía, lo cual significa que no está originado por una lesión cerebral o por una deficiencia intelectual.

Para Ajuriaguerra (2004):

“Será disgráfico todo niño cuya escritura sea defectuosa, si no tiene algún importante déficit neurológico o intelectual que lo justifique. Son niños intelectualmente normales que escriben muy despacio y de forma ilegible”.

Causas de la disgrafía

A la hora de establecer las causas de la disgrafía, no todos los autores coinciden. Pujals, G. (2002) afirma que existen cuatro causas principales:

  • Problemas físicos en los órganos de la vista y del oído.
  • Malos hábitos, como una postura incorrecta o la mala prensión del lápiz.
  • Problemas madurativos que se pueden ocasionar cuando el niño no ha adquirido los pre-requisitos de la lectoescritura, tales como el conocimiento y la representación del esquema corporal, la coordinación motora y coordinación ojo-mano, discriminación de las formas y percepción del espacio, coordinación espacio-tiempo, lateralidad, memoria y atención.

La disortografía

La disortografía  puede definirse como un problema no específico que, frecuentemente, los alumnos encuentran para aprender la ortografía.

Se trata de un conjunto de errores de la escritura que afectan a la palabra y no a su trazado o grafía.

Puede ser de dos tipos: adquirida  y evolutiva

  • Disortografía adquirida. Es aquella que afecta a personas que aprendieron a escribir adecuadamente, pero han perdido parte de esta habilidad debido a un traumatismo o un accidente cerebral.
  • Disortografía evolutiva. Son dificultades en el aprendizaje de la escritura sin haber una razón aparente que justifique dicha dificultad.

Causas de la disortografía

Entre las causas más comúnmente aceptadas a la hora de explicar esta dificultad se encuentran:

  • Un déficit en la percepción.
  • Deficiencias en la memoria visual y  auditiva
  • Deficiencia espaciotemporal (dificultades para situarse en espacio y tiempo)
  • Inmadurez intelectual
  • Problemas o dificultades fonológicas
  • Conocimiento y uso pobre del vocabulario
  • Baja motivación
  • Dificultades para atender a la tarea que conlleva la escritura. En este caso, es importante detectar si existe un déficit de atención.
  • Que el método de enseñanza no sea adecuado.

Medidas en el aula para alumnado con disgrafía y disortografía

Las necesidades de este tipo de alumnado hacen que como docente debas tener en cuenta las siguientes orientaciones y estrategias:

  • Evitar la copia innecesaria.
  • Realizar esquemas gráficos o mapas mentales.
  • Conceder tiempo extra en la realización de tareas de aula o pruebas escritas, por sus dificultades en el dominio de la caligrafía y mayor lentitud al escribir.
  • Favorecer el uso de alógrafos, de letra de imprenta, no enlazada
  • Uso de métodos de enseñanza ideovisuales.
  • Ejercicios de fortalecimiento de la memoria visortográfica, dando mayor prioridad a la imagen visortográfica de las palabras de más uso en las que cada alumno comete errores.
  • Evitar los listados de copia de errores ortográficos
  • Permitir la presentación de trabajos de clase en formatos alternativos al texto escrito, como las presentaciones de ordenador, en audio, filmaciones, etc.
  • Uso de adaptadores para coger mejor los lápices o bolígrafos.
  • Introducir las buenas prácticas de la mecanografía en el uso del teclado con software específico.
  • Enseñar todas las posibilidades de uso del software procesador de texto (corrector ortográfico, de estilo, diccionario personalizado, opciones de formato, presentaciones digitales, etc.).

¿Cómo evaluar?

A la hora de realizar la evaluación debemos tener en cuenta:

Evaluación para alumnos con disgrafía

Si el alumno presenta una disgrafía asociada, permitir el uso del teclado del ordenador o tablet para realizar las pruebas de evaluación (muy aconsejable de 4º nivel en adelante y dependiendo del nivel de manejo del niño o niña con las TIC).

Evaluación para alumnos con disortografía

Si el alumno presenta disortografía, las faltas de ortografía no deben influir en la evaluación y calificación de las competencias especificas, saberes básicos y criterios de evaluación.

Por lo tanto, su evaluación debe ceñirse a aquellos aprendizajes incluidos en los mismos.

Sería aconsejable permitir, en ese caso, el uso de los correctores ortográficos si las actividades de evaluación son en formato digital.

De cualquier manera, se le advertirá de dichos errores para que pueda ser consciente y mejorar.

Si deseas seguir profundizando en el tema de las dificultades de aprendizaje y su abordaje en el aula, te invitamos a leer nuestro artículo, en él, exploraremos otras condiciones que pueden afectar el aprendizaje:

Dificultades de aprendizaje ¿cuáles son?

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